La Iglesia Saint-Pierre de Montmartre - Origen de los Jesuitas


La iglesia de Saint-Pierre de Montmartre está justo al lado de la basílica del "Sacré-Cœur" (Sagrado Corazón), que es turísticamente más famosa, pero casi no tiene historia.

En este artículo conocerán todo sobre la antigua Iglesia de Saint-Pierre; donde nacieron los Jesuitas.


Iglesia Saint-Pierre de Montmartre, fundación de los Jesuitas

Ubicación de la iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

En la parte central de la siguiente foto desde un dron, se ve la enorme y blanca Sacré-Cœur, y casi pegada a su izquierda con techos marrones la iglesia de Saint-Pierre, de la que contaré su historia.


Sacré-Cœur y Saint-Pierre en Montmartre

Historia de la Iglesia de Saint-Pierre

Esta humilde iglesia, que muestro en las siguientes fotos, es casi un resumen de la historia de Montmartre.

Fue construida por iniciativa del Rey Louis VI "le Gros" y fundamentalmente de su esposa, la Reina Adélaïde de Savoie (Adela de Savoya).

Fue consagrada en 1147 (es decir 16 años ANTES que recién empezara a construirse la catedral de Notre Dame en la Île de la Cité); y formaba parte de la "Abadía Real de las Damas Benedictinas de Montmartre".

Las Abadesas procedían de grandes familias aristocráticas, y sus contactos y relaciones aseguraron la prosperidad económica de la Abadía durante varios siglos.



La abadía de Montmartre se dividía entre la "abadía superior", los edificios originales en la cima de la colina que se abandonaron a finales del siglo XVII; y la "abadía inferior", lo que correspondía a los nuevos edificios construidos alrededor del Sanctum Martyrium.


Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Puerta de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Durante la Revolución Francesa en 1789, que se propuso acabar con todo lo que estuviese relacionado con la Monarquía, poder Eclesiástico y Aristrocracia; la abadía de Montmartre, el Martyrium Capilla Sagrario, y su cripta fueron destruidos.

El tesoro desapareció, y la última abadesa fue guillotinada; salvándose solamente la iglesia de Saint Pierre; la que luego fue reconstruida en el siglo XIX, y donde hoy en día se pueden admirar, entre otras cosas, las columnas originales de origen romano utilizadas en la nave, y los bellos vitraux... esas joyas que, al atravesarlas la luz solar, adornan con colores majestuosos el interior de todas las iglesias de Francia.

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre



Estatua de Saint-Denis en la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Reflejos de luz a través de los vitreaux





Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre



Vitreaux de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Antiguas columnas medievales de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Columnas medievales de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Vitreaux de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Columnas medievales de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre

Órgano de la Iglesia de Saint-Pierre en Montmartre


En su época de esplendor, el dominio de la Abadía de Montmartre era considerable, y se extendía más allá de la loma ("la butte", como llaman los parisinos a Montmartre).

Los edificios conventuales de la “Abadía de arriba” formaban con los jardines y los viñedos contiguos, un conjunto de trece hectáreas. La abadesa tenía el derecho de aplicar justicia sobre todo este dominio.

Cuando las religiosas se establecieron “abajo” en 1686 (en la actual Rue Yvonne le Tac), utilizaron para la construcción de su nuevo monasterio una parte de las piedras de la ”Abadía de arriba”.

La actual estación "Abbesses" de la línea 12 del Metro de París, cuyo nombre completo es "Abbesses - Butte Montmartre", está a pocos metros de allí, y lleva ese nombre que en francés significa "Abadesas" en recuerdo de aquellas mujeres.





PERO SIGAMOS HACIA ATRÁS EN EL TIEMPO, PORQUE HAY MÁS HISTORIA PARA CONTAR...

Martirio de Saint Denis en Montmartre

La colina de Montmartre se convirtió en un lugar de peregrinación popular, después que en el año 475 una capilla fue erigida por el pueblo de París, cerca del lugar donde Saint-Denis, el primer obispo de París, fue martirizado y decapitado en el año 272, por orden de la autoridad del Imperio Romano en las Galias, que estaba preocupado por el incesante aumento del Cristianismo.

En el siglo IX, la capilla, que ya se había convertido en ruinas, fue reconstruida.

Las excavaciones arqueológicas indican que muchos cristianos fueron enterrados en Montmartre; pues sus huesos fueron recogidos en una cantera al lado de la colina: el Martyrium o Champ des morts.

Durante unos trabajos de construcción en el siglo XVI, en la zona de “abajo” se encontró una escalera que conducía a una cripta con tres tumbas marcadas con una cruz e inscripciones antiguas.

Este descubrimiento llevó a la gente a creer que este era el lugar donde San Denis y sus compañeros habían sido decapitados y enterrados, pero no fue así lo del entierro; Dionisio, Eleuthère y Rustique fueron enterrados en lo que hoy es la Basílica de Saint-Denis.

Las abadesas de Montmartre sin embargo erigieron allí la "Martyrium Capilla Sagrario" y los nuevos edificios monásticos que construyeron alrededor de esa cripta.




Fundación de los Jesuitas en Montmartre

En septiembre de 1529, Ignacio de Loyola, un vasco que combatió defendiendo la causa de Carlos I en las guerras contra el rey de la Navarra transpirenaica; optó por dejar las armas y dedicarse a "servir a las almas".

Para cumplir mejor su propósito decidió estudiar, y se incorporó al Colegio de Santa Bárbara —dependiente de la Universidad de París— compartiendo cuarto con el saboyano Pedro Fabro y el navarro Francisco de Javier.

Los tres se convirtieron en grandes amigos. Ignacio realizó entre sus condiscípulos una discreta actividad espiritual, sobre todo dando Ejercicios espirituales, un método ascético desarrollado por él mismo.

En 1533 llegaron a París: Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla y Simão Rodrigues; quienes se unieron al grupo de Ignacio.

El 15 de agosto de 1534, fiesta de la Asunción de la Virgen, los siete se dirigieron a la cripta de la capilla del Martyrium, ubicada en lo que es hoy la calle Yvonne Le Tac, en Montmartre; donde pronunciaron tres votos: Pobreza, Castidad y Peregrinar a Jerusalén.

Fabro era el único sacerdote del grupo y fue el que ofició la Misa.


Votos de los Jesuitas en Montmartre

Después de los votos de Montmartre, se incorporaron al núcleo inicial tres jóvenes franceses reclutados por Fabro: Claudio Jayo, Juan Coduri y Pascasio Broët.

Los diez viajaron a Venecia, y misionaron el norte de Italia a la espera de embarcarse hacia Jerusalén.

Al no poder viajar a Palestina, debido a la guerra entre Venecia y el Imperio Otomano, el grupo se dirigió a Roma.

Allí, tras una larga deliberación espiritual, decidieron fundar la Compañía de Jesús (conocida como "Jesuitas"), que fue aprobada el 27 de septiembre de 1540 por Paulo III, quien los reconoció como nueva Orden religiosa, y firmó la bula de confirmación, Regimini militantis ecclesiae (Por el gobierno de la iglesia militante).

La cripta actual de "arriba", que reemplaza a la original de "abajo", se encuentra en el perímetro de la parroquia de Saint-Pierre de Montmartre.

 Tiene un estilo moderno que no llama la atención a los amantes de lo antiguo, pues fue construida entre 1884 y 1887; siendo su única función sostener la memoria de aquellos dos eventos (el martirio de Saint-Denis y el voto de Montmartre de los jesuitas); siendo ambos de considerable importancia para la Iglesia.


Entrada a la cripta de Saint-Pierre en Montmartre

Entrada a la cripta de Saint-Pierre en Montmartre



Breve historia de la Basílica del Sacré-Cœur

La basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, (en francés: Basilique du Sacré-Cœur), es un templo religioso de estilo arquitectónico neobizantino, categorizado por la Iglesia como una "basílica menor" dedicado al Sagrado Corazón de Jesús (en francés, Sacré Cœur de Jésus).

Sin duda es "visualmente imponente", por estar ubicada en lo alto de la colina de Montmartre; lo que le permite ser vista desde toda la ciudad de París, y a la vez desde allí se tiene una hermosa vista elevada de toda la ciudad.

Su color blanco permanente se debe a que fue construida de piedra Chateau-Landon (Seine-et-Marne), un travertino resistente a las heladas que mantiene constantemente su calcita y se lava con la lluvia, de modo que a pesar del paso del tiempo, mantiene su blancura calcárea.

Como única "historia" sobre ella, se puede decir que su primera piedra fue colocada en 1875; y fue construida con la participación directa de la Tercera República Francesa y aportes privados; para conmemorar la fundación del nuevo Estado francés, y también fue pensada como un monumento público para conmemorar a los numerosos ciudadanos franceses que perdieron la vida en la guerra franco-prusiana y sus graves secuelas: la "Comuna" de 1871, que fue una sangrienta matanza entre los propios franceses.

Sin embargo, no se terminó hasta 1914, y no se abrió oficialmente al culto hasta 1919 después del final de la Primera Guerra Mundial en la que Francia fue victoriosa frente a los alemanes; y que, irónicamente, fue visto por muchos franceses como venganza por la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana ocurrida entre 1870 y 1871.


CONCLUSIÓN: Como vemos, la historia de la humilde Iglesia de Saint Pierre es mucho más extensa y rica, que la de la ampulosa basílica de Sacré-Cœur que le construyeron al lado.

Los residentes católicos practicantes de Montmartre, por tradición, prefieren a Saint-Pierre u otras iglesias menores cercanas a "la butte" (como le dicen a su colina); pues Sacré-Cœur está permanentemente atestada de molestos y ruidosos turistas.





La inmensa mayoría de esos turistas (como hice yo en mi primera visita a París), van como "autómatas" en Metro hasta la estación Abbesses, suben las escaleras hasta Sacré-Cœur, se sacan mil fotos en sus lindas vistas de París; luego dan una vuelta por la "Place du Tertre" mirando o comprando los trabajos de sus pintores y artesanos, compran algunos souvenirs, toman algo en los bares alrededor de la plaza, y bajan nuevamente la colina caminando o en el funicular, para seguir sus visitas a otros lugares de París... Y SE PIERDEN LO MÁS INTERESANTE DE MONTMARTRE, que solo conoce el turista tranquilo, que va con más tiempo y adecuado asesoramiento previo (como hice yo en mi segunda y más larga visita a París).

Estas experiencias las voy relatando en cada nota de este Blog de fotos e historias.

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